El Cementerio alegre, uno
de los recintos funerarios más singulares de Europa, se encuentra en
Săpânţa
(se lee Sapintsa).
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| El Cementerio Alegre de Săpânţa (Rumanía) |
Es un pueblo del norte de Rumanía en la provincia
de Maramures
de la región de
Transilvania, está situado en una región aislada, protegida de
muchas trasformaciones a lo largo del tiempo conservando las
tradiciones.
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| Casa de Ioan Stan Patras |
Así ha nacido una cultura insertada en las costumbres
tradicionales religiosas de entierro, donde el
artesano Ioan Stan Patras
(1909-1977), en la década de los años treinta,
empezó a trabajar en este cementerio y
tras la Segunda Guerra Mundial decidió dar cierta vida a las tumbas
de sus paisanos, esculpiendo y pintando la madera de roble en la que
tallaba las cruces de los cabezales de las tumbas, de vivos
colores; con especial dedicación
al azul, el color de los trajes de fiesta de los hombres de la
región.
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| Imágenes de la vida del difunto |
Como además el artesano
conocía bien la vida de sus vecinos, decidió adornar las tumbas con
anécdotas,
pasajes o escenas de la vida de los fallecidos.
Pequeños poemas, chistes e incluso ciertos toques irónicos, que
expresaban los mejores momentos de la vida, cualidades o defectos del
difunto, hablando en primera persona, salpicaban las sepulturas y
evitaban el tono lúgubre, solemne y doloroso tan habitual en la
cultura de la muerte europea y cristiana.
Esta creación popular o
personal ha sido relativamente rápido aceptada por la comunidad en
una costumbre tan importante como el entierro, eliminando los tabúes
y el miedo a la muerte.
Esta obra es como
reverberada por los antepasados Dacos-Getios que no tenían miedo a
la muerte.
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| Tumba de Ioan Stan Patras |
En 1977, muere Patras y es
enterrado en el lugar. Pop Dumitru, su discípulo, se muda a la casa
del maestro y asume la misma tarea.
Ahora el Cementerio Alegre de Săpânţa es uno de los lugares más visitados de Rumanía y objeto de millones de fotos al año y es que el viajero no se cansa de indagar en cada una de las escenas cotidianas que albergan las fosas y en los epitafios dedicados a sus moradores.
También el resto del
pueblo tiene una arquitectura característica, casi todo esta hecho
de madera esculpida que representa el mundo etnográfico de la zona
de Maramures, iglesias, casas, puertas, porche, tejados…
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